lunes, 29 de febrero de 2016

Merecido Oscar a Morricone

Nos hemos levantado esta mañana con una buena noticia musical: oscar a Ennio Morricone, ochenta y siete años a sus espaldas, por The Hateful Eight. Aparte del que le dieron a título honorífico en 2007, es el primero que recibe por una sola película en una carrera extremadamente prolífica, extremadamente irregular y extremadamente longeva. ¡Ya iba siendo hora!


Merecidísimo oscar, habría que decir. Porque en una película dominada por los diálogos ingeniosos y los puntuales estallidos de violencia extrema que son marca de la casa Tarantino, el maestro romano escribe una partitura que renuncia a lo fácil, es decir, a apoyarse en el despliegue de esa vena melódica que en él es su fuerte o en las referencias directas a su etapa del spaghetti-western –aunque más de una hay–, para proponer un tejido de gran sobriedad tímbrica –cuerdas incisivas y maderas ocres– en el que ritmo, armonía y contrapunto van creando una atmósfera malsana que beneficia de manera muy considerable a la cinta. Todo ello, además, haciendo gala de una poderosísima personalidad en la escritura que ya quisieran para sí la inmensa mayoría de los que trabajan hoy para la gran pantalla, tan perfectos dominadores de los recursos musicales como igualitos entre sí.

Curiosamente, y aunque luego se ha deshecho en elogios, el director de la película se mostró en un primer momento altamente decepcionado por el resultado. Lógico: un cineasta cuyo trabajo se basa en el manejo de sus propios referentes cinematográficos –además de en lo abiertamente aurorreferencial, algo muy obvio en esta última película–, no podía sino esperar una mezcla de las bandas sonoras de los filmes de Sergio Leone pasadas por la turmix. De hecho, al final Tarantino se salió con la suya y metió con calzador fragmentos de otras bandas sonoras del autor, El exorcista II y La cosa, cinta esta última que a su vez es una de las más obvias referencias de Los odiosos ocho.

Comprendido o no por Tarantino, lo cierto es que el anciano compositor ha acertado plenamente con su enfoque y ha desplegado una muy notable inspiración a la hora de materializarlo. Así lo hemos reconocido la mayoría de los aficionados, los Globos de Oro y, hace una pocas horas, los oscars de Hollywood. ¡Enhorabuena, Don Ennio!

1 comentario:

Nemo dijo...

La estoy escuchando en Spotify y en efecto es magnífica.
Gran trabajo de Morricone.
No entiendo qué no entendió Tarantino, la verdad.

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